La emoción más oscura, la ira, ciega nuestra racionalidad y nos impulsa a reaccionar de forma defensiva, e incluso agresiva. Reconocer esta emoción en nosotros y en otros, nos ayuda a entender qué nos hace sentir ofendidos o maltratados, y cómo prevenirlo.
Muchas personas reaccionan con rabia cuando se sienten amenazadas, ¿y usted? Es un estado de alerta que genera adrenalina a través de la activación del sistema nervioso simpático para que podamos combatir lo que en un momento se interpreta como una amenaza.
En su acepción más positiva la ira tiene como objetivo darnos fuerza para protegernos y poder sobrevivir, pero muchas veces mostramos exarcerbación cuando no la necesitamos.