La dualidad «corazón» y «mente» ha existido desde el comienzo del pensamiento humano. Al primero se le ha atribuido siempre ser el lado más irracional del ser humano, hogar de los sentimientos y pasiones. La mente, por otro lado, alberga los pensamientos, la lógica y la razón.
¿Debe existir un equilibrio emocional entre razón y sentimientos? Si es así, ¿cómo lo conseguimos? Los sentimientos son muy poderosos, pero el valor que le otorgamos a la razón hace que ésta sea la única que puede frenar a las pasiones. De ello hablamos en nuestra Mesa de Actualidad.