España se ha convertido en el mayor foco de atracción para el tráfico y la trata de seres humanos con fines de explotación sexual de toda Europa, según un informe elaborado por el Observatorio Cívico Independiente.
El 80% de las mujeres que ejercen la prostitución fueron maltratadas físicamente y sufrieron abusos sexuales durante la infancia, lo que provoca daños físicos, mentales y emocionales de larga duración e incluso hay algunos casos irreversibles.