¿El ser humano es envidioso por naturaleza? La ciencia parece señalar al ser humano como tal. La envidia está codificada en los genes, entendiendo ésta como la aversión a la desigualdad que lleva a las personas a guiarse por beneficio propio e influencia.
Lo que la Biblia interpreta como pecado original, la ciencia económica lo califica como inherente a la condición humana. En definitiva la consecuencia es la misma, aunque no la solución ni el motivo. Hoy dialogamos sobre la envidia en Mesa de Actualidad, ¡no te lo pierdas!