Pese a sus problemas, la infidelidad se ha convertido en un negocio para muchos. La página web Ashley Madison recibe millones de visitas cada año de personas que buscan tener una aventura extraconyugal. Con la era de Internet, la infidelidad ha tomado una nueva dimensión.
Si una empresa de arreglo de citas valora negativamente la infidelidad, ¿cómo es posible que en la sociedad se vea como algo tan normal e incluso positivo? ¿Cómo puede tanta gente obviar las graves consecuencias que pueden tener las infidelidades para si mismos y los que les rodea?