El ritmo de las ciudades, la agitación del tránsito, el cumplimiento de los horarios y los compromisos nos presionan tanto, que en ocasiones nos sentimos desbordados, aturdidos sin recursos para enfrentar nuestra vida.
El estrés nos lleva a la situación límite, aquella en la que el agotamiento nos expone a una situación de riesgo o quiebre. En esta tertulia conversamos sobre las buenas prácticas para evitar este peligroso extremo.