Pocos son los que consideran el fútbol como «sólo un deporte». Desde pasión, pasando por forma de vida, a veces acercándose a una vertiente conciliadora, es toda una ceremonia para aquellos que practican o asisten como espectadores al fútbol. El mundo se viste de los colores de su selección o equipo, y amigos y familia se reúnen para asistir juntos a un momento apasionante.